martes, 23 de junio de 2009

Érase una vez...

Bueno, he aquí a la nueva criatura... El resultado de la combinación de aburrimiento, época de exámenes y un ordenador roto. Al hacer este nuevo proyecto, temo que termine por abandonar el anterior (como ya decenas de veces me ha pasado), pero aún así quiero llevarlo a cabo. Ambos, así que no temais por Dos Lados, que no decaerá.

Así pues, ¿con qué nos sale ahora Ralkai? Escuchad y atended, pues los cuentos de siempre están a punto de sufrir una dura remodelación...



Érase una vez una hermosa tierra de verdes colinas, frondosos bosques, arrollos cantarines y altivas y orgullosas montañas. Se trataba del país de Maravilia. Era una tierra donde duendecillos saltaban entre las rocas, donde los príncipes azules rescataban a sus princesas de las garras de malvadas brujas, donde los enanos picaban en las minas, donde los dragones acechaban desde las alturas, donde los gnomos se escabullían entre la maleza de los ogros y donde los elfos jugaban bajo las alegres cascadas. Era una tierra hermosa y feliz.
Pero no obstante, no siempre fue así. Maravilia estuvo una vez gobernada por una malvada reina que se hizo llamar a sí misma la Reina de Corazones. La malvada reina sembró el pánico en toda Maravilia, gobernando cual tirana y ajusticiando a todo aquel que se opusiese a sus deseos, sin importar quien fuese. Pero por fortuna, un día apareció una niña que puso fin a todo aquello. Su nombre era Alicia. Nadie sabe de donde vino ni por qué llegó a aquellas tierras en tan funesta hora, pero lo cierto es que logró expulsar a la Reina de Corazones de Maravilia y restaurar la paz en el reino. Fue por ello que la nombraron como su nueva soberana. Alicia, la reina de Maravilia.
Pero el cuento no terminaría aquí, ni tan siquiera sería el comienzo. Una nueva oscuridad se cerniría sobre Maravilia. Un día, un malvado hombre acompañado de un terrible ejército invadió Maravilia. Su nombre era Prox. Se hacía llamar a sí mismo un científico y un salvador, que liberaría al mundo del caos y el miedo que suponía la magia que reinaba en Maravilia. La ciencia y la razón debían de gobernarlo todo, así pensaba Prox. Uno a uno, fue doblegando cada palmo de tierra de Maravilia, acabando con todos aquellos que tuvieran algo que ver con la magia o que simpatizasen con ella.
La reina Alicia no se quedó con los brazos cruzados mientras su gente moría, y junto con su ejército partió para parar los pies a Prox y sus secuaces. La batalla tuvo lugar en Nunca Jamás. Ambos ejércitos lucharon ferozmente durante días, muriendo miles de combatientes hasta que finalmente las tropas de Prox se impusienron a las de Alicia. Aquel día la reina desapareció en la batalla. Prox se apresuró en anunciar que había muerto, más su cuerpo nunca fue hallado. Sin nadie que se le opusiera, Prox terminó por doblegar toda Maravilia.
Sin embargo, no todos decidieron rendirse. En la capital del reino, donde Prox se asentó para gobernar con puño de acero, surgieron los rebeldes. Aquellos que se negaban a creer que Alicia hubiera muerto se dispusierona encontrarla a la vez que trataban de derrocar al nuevo tirano.
Como ya había dicho antes, éste no era sino el comienzo. Nuestra historia comienza en la capital donde Geppeto, antiguo Gran Ingeniero de la Corte, está a punto de terminar un gran proyecto. Por temor a ser descubierto por los espías de Prox, lo llevó a cabo en el más absoluto secreto, incluso a escondidas de los rebeldes. Ahora que ya está terminado les escribe una carta con una sola frase. "Tengo la clave para encontrar a la Reina". Sorprendidos, los rebeldes envían a dos de sus mejores hombres para reunirse con Geppeto, más los espias de Prox parecen haberse enterado también de la carta, y acuden a apresar a Geppeto.


Prepárense pues para la gran historia...